Bendita sea tu pureza, y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A Ti celestial Princesa, Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco, en este día, alma vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes,
Madre mía. Amén.
Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo.
Y Él seguía acompañándoles. Entre sus esperanzas contaban lo que les dijeron antes de salir. Pero no acababan de creerlo o no lo comprendían. Por eso se volvían desconsolados, cabizbajos, confundidos... Por un lado buscaban explicación a lo acontecido, por otro, no acababan de creer lo que contaban las mujeres que fueron al sepulcro. ¿No tenían fe? o ¿no entendían qué era tener fe?
Amigo: son muchas las ocasiones que te habrás sentido con dudas en tu vida de fe. Incluso hasta te has alejado de ella. ¿Y sabes una cosa? Como les pasaba a los dos que caminaban a Emaús, te comprendemos. ¡Son tantas cosas las que rodean tu vida, que invitan a vivir sin necesidad de fe! Es difícil poder responder con autenticidad y compromiso.
María también se sintió asustada cuando el Ángel le dijo que sería la Madre Dios. Pero se fio. Dijo ‘Sí’. Se comprometió, fue auténtica. María Inmaculada, quiere ayudarte a que en tu vida seas auténtico, comprometido. Quiere mostrarte al que es AUTÉNTICO y COMPROMETIDO siempre, al que no cierra la esperanza, al que es capaz de quitar las piedras del sepulcro para dar nueva vida. ¿Quieres ser auténtico y comprometido? Te está esperando...
Pisa fuerte y deja huella
Textos de Raúl Tinajero
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